Sólo un texto viejo

Hola! Esta es una entrada un poco diferente, en esta oportunidad lo que leerás es un texto que escribí a principios del año pasado que no había publicado en otras instancias debido a su extensión. Si quieres puedes decirme qué te pareció, lo apreciaría mucho. Espero que lo disfrutes.

"Recuerdo el momento como si hubiera sido ayer (algunos podrían decir que prácticamente lo fue). Era mi primer día en la empresa y te tocó darme la bienvenida. ¿por qué tenías que ser tú quien me recibiera? ¿no ves que acabas de poner mi mundo de cabeza? Todo era tranquilo antes de conocerte. Tú tenías tu esposa de años y yo estaba recién casada. Teníamos un futuro planeado para cada uno.

Ya es de noche y asumo que los que también están afuera deben sentir el frío. ¿Qué horas serán? ¿las 12? Ay no, son las 4. No es hora prudente para escuchar que alguien llama a tu puerta.

Me armo de valor y toco el timbre a pesar del miedo. Mi corazón late tan fuerte que es lo único que puedo oír, y acelera a cada segundo que espero. Escucho pasos acercarse, la puerta se abre. La luz me ciega así que entrecierro los ojos. Un tanto encandilada, reconozco tu silueta y agradezco que no fuera tu esposa quien abriera.

Dime si vale la pena esperarte. Dime si tengo alguna oportunidad. No me esquives, dime algo, por favor, te lo pido con lágrimas en mis ojos, con la impotencia que tengo de no saber si lo que siento me va a llevar a alguna parte, y con el miedo de que sea así. Porque me ilusionas y luego me dejas flotando en la nada. Tienes el valor de estremecer mi mundo, pero no te alcanza para aterrizarme. ¿Me quieres? ¿es muy pronto? ¿llegué tarde, años tarde? Pero nada sale de tu boca más que el vapor que el frío hace visible.

Mi esposo me mira, yo te miro a ti, pero no estoy segura de a quién miras tú. Háblame por favor, ¿no ves que estoy aquí parada ofreciéndote todo lo que tengo? Nótame, que estoy frente a ti, desarmada, desnaturalizada, obsequiándote todo el tiempo que me queda. Apenas salimos del trabajo ya quiero volver a verte y sé que está mal, que nuestras vidas ya parecían tener un camino que debíamos seguir y alguien con quien teníamos que hacerlo, pero te pusiste en el medio y ahora no puedo dejar de verte…

Hazte responsable por las mariposas que me causas, por las veces en las que ni concentrarme puedo porque tu imagen no deja de dar vueltas en mi cabeza, por cambiarme los planes, por hacer que mi corazón se acelere si estoy cerca de ti, y por el hecho de que ahora no puedo imaginar una vida en la que no estés tú.

A pesar de todo lo que sentía, no dije nada. Me quedé que shock delante de ti como una idiota.

Quizás así está mejor, quizás así debió pasar."